Toloriu está bajo la influencia de la gran sierra calcárea del Cadí, todos estos macizos que la rodean se formaron dentro de los plegamientos hercinianos (en el segundo periodo de la era Primaria –Devoniano-). Entremedio de estas calcáreas aparecen mineralizaciones metálicas, y de minerales Toloriu tiene un montón. Los minerales se encuentran concentrados en pequeñas cavidades cársticas de medidas muy variables, y distribuidas de forma paralela a la estratificación, por eso las explotaciones mineras de antaño se abandonaron por el escaso rendimiento. Por otra parte, Toloriu, como la mayor parte de tierras meridionales de Europa, estaba cubierta por las aguas en el interior de una gran cuenca oceánica (antecesora del actual Mediterráneo), con el plegamiento herciniano surgió la gran sierra arrastrando los depósitos acumulados hacia la superficie, y por esto en muchos lugares se encuentran fósiles.
La “Serra de Mata” corresponde a uno de estos lugares donde los minerales se dejan ver. Constituyen un eje con las mineralizaciones de Coll de Pal, son piedras calizas del Devoniano con relleno Karstic con mineralizaciones de Sb-Cu-Ba, que es lo que se encuentra principalmente en las pequeñas minas abandonadas.
Yacimientos de Baritina ligados a la trasgresión triásica, tramo del Cadí
Si camináis, como aquel que está cazando setas, por los alrededores del Coll de Se o por la sierra de Mata, encontraréis muchos agujeros, antiguas minas donde se aprovechaban minerales de estas surgencias. Por tierra se encuentran minerales, restos de las antiguas minas, que si miráis donde estáis y hasta donde habían de bajar el mineral, por muy especial que este sea, es lógico que el esfuerzo humano para extraer provecho de los minerales no fuese rentable.
Si tenéis suerte y paciencia os podréis hacer con alguno de los once principales minerales que se encuentran escampados por estas tierras, que para más información os presentamos en un estado muy artístico, si encontráis alguno parecido, mucha pero mucha suerte habéis tenido.
AZURITA
Cu3 [OH|Co3]2
Color: azul cielo – azul claro
CALCOPIRITA
CuFeS2
Color: latón y a menudo blanco
BARITA
BaSo4
Color: sin color o tirando a blanco
DOLOMITA
CaMg(Co3)2
Color: sin color, blanco o gris
GOETITA
α-Fe3+O(OH)
Color: marronoso negro
MALAQUITA
Cu2[(OH)2|Co3]
Color: verde brillante, blanco
CUARZO
SiO2
Color: sin color o púrpura o rosa
SIDERITA
FeCo3
Color: amarillento – marronoso
STIBICONITA
SbSb2O6(OH)
Color: blanco, blanco crema
TETRAHEDRITA
(Cu,Fe,Ag,Zn)12Sb4S13
Color: acero o de hierro o gris
CALCITA
Ca(Co3)
Color: blanca, amarilla o roja
¿Os han hablado alguna vez de las minas de oro de Toloriu?, de haberlas había, pero desde aquí no os diremos nada más, es el tercer misterio que sobrevuela las tierras de este singular pueblo, bastión del Baridà.
Ei, que aún nos quedan los fósiles, ¿conocéis los –trilobites?, por si no es el caso os presento uno, no es de aquí, pero es muy bonito, y es hermano de los que se encuentran en las montañas de Toloriu.
Según cuentan los científicos, los primeros ejemplares de trilobites en el territorio catalán se encontraron como consecuencia del trabajo de preparación del mapa geológico de Barcelona de Jaume Almera, en el siglo XIX.. A causa de las condiciones poco favorables para su conservación, sus restos fósiles no son nada destacables y los trilobites más antiguos son del Ordoviciano superior. Principalmente se han encontrado ejemplares de las órdenes pticopárides, facópides y proétides.
Las dos principales zonas de restos del paleozoico, donde se han encontrado fósiles de trilobites, son la zona axial pirenaica y las sierras del litoral.
Añadiremos que según los datos anteriores al año 1988, los encontrados en Toloriu y Bar corresponden al periodo Siluriano y los del Pont de Bar al periodo Devoniano.
Los trilobits (trilobita, tres lóbulos en latín) fueron una clase de artrópodos marinos fósiles que vivieron desde el período Cambriano (aparición de los primeros seres marinos) hasta el Permiano, es decir, durante todo el Paleozoico.
Durante el Ordoviciano y el Siluriano se dió su máxima expansion y hacia el Devoniano (aparición de los peces con escamas), empezaron a extinguirse diversas famílias. Las dos últimas, Proetida y Phillipsia, se extinguieron completamente con la primera gran extinción masiva del Permiano.
Después de los dinosaurios són los fósiles más conocidos y con la más gran diversidad de grupos. Se han determinado unos nueve o diez órdenes, 1 500 géneros y unas 10 000 espécies. Además, disponían de un exoesqueleto quitinoso impregnado de carbonato cálcico que les permitió dejar abundantes restos. Por todo esto, resultan una òptima guia fósil, como marcadores estratigráficos y cronológicos.
Supongo que ahora ya estaréis dispuestos a buscar trilobites por las nuestras sierras, ¿no?.
¿Y ya que estamos puestos, qué tal los coleópteros?, no de estos normales que se pasean por los pastos y campos, sino de aquellos que nos hacen salir en los libros de ciencia, porqué en Toloriu también los tenemos. Nos informan que el famoso Coleóptera Carabidae, propio del Medio Subterráneo que se encuentra en simas y cuevas, se encontraron en muchas cuevas de la Cerdanya (Annes en Prullans, Manet y Minas de Cortas en Isóbol, Olopte, “forat” del Grallos en Bellver) y en la cueva de las Encantadas de Toloriu en donde encontraron un Geotrechus seijasi Español en el año 1969.
Para incrementar los conocimientos podéis consultar:
Coleóptera Carabidae del Medio Subterráneo de la Península Ibérica (Selección realizada sobre: J.P. Zaballos y C. Jeanne, 1994
Cuando paséis por los alrededores del pueblo fijaros bien no sea que piséis un valioso congénere del Geotrechus, en todo caso dejarlo tranquilo que cualquier día podría aumentar las curiosidades encontradas en Toloriu.